El comienzo de mi nueva vida.

El comienzo de mi nueva vida  

 Mi vida era normal, tranquila, perfecta.
Vivía en «mi» casa, rodeada de niños y con todas mis necesidades «cubiertas».
 Me daban de comer, me sacaban al sol, me echaban a descansar… y si lloraba, pues me hacían caso en cuanto podían.    Cuando tocaba me acostaban y yo solo tenía que esperar que el sueño me venciese… ¿qué más podía pedir en mis primeros meses de vida?
 Un día cuando me levanté, mi cuidadora estaba un poco más nerviosa de lo habitual; se entretuvo en arreglarme un poquito más de lo normal .A media mañana nos prepararon a 6 niños de la casa en la salita y todos los demás no pudieron salir. Uno a uno nos fueron sacando al patio y a mí me toco la cuarta. Yo sonreía, al fin y al cabo eso hacía que se fijasen en mí en “mi” casa y me apodaran «Sweet Míheret”.
 Cuando salí fuera, me entregaron a unos «farenjis» de un color blancuzo que yo había visto en muy pocas ocasiones, yo volví a sonreir, era lo que tocaba.
 No entendía muy bien lo que estaba pasando, pero en mi corta vida había aprendido a oír, ver, sonreír y no dar guerra.
Mi sorpresa fue que me fui con ellos, y la verdad es que estaba un poco asustada. Yo me limité a dejarme hacer.

 Al poco tiempo de estar con ellos yo quería volver a «mi» casa, tenía hambre y no sabía muy bien cómo pedirlo; pero no estuvo mal, la parejita que no hacía más que mirarme con ojos de «cordero degollao'», algo vio en mí y me dio un biberón.

 Pasé la tarde con ellos, me bañaron, me pusieron ropa nueva…Cuando llegó el momento me echaron en una cuna y yo, pues como no sabía muy bien de que iba la cosa, me quedé callada y me dormí.

 Los días pasaron, y los «farenjis» seguían conmigo. Cada día me miraban más embobados, y yo me dejaba querer… Pocos días después me desperté rodeada de gente blanca; la gente de mi color había desaparecido; pero había más, los olores, los sonidos, los colores eran diferentes…
 Estaba asustada. Volé de unos brazos a otros, me dieron miles de besos, me mojaron con sus lágrimas (no entendí muy bien por qué); y yo pues hice lo que sabía, sonreí.
 Todo el mundo decía: » qué tranquila», «qué simpática», «qué buena»… ¿no se darían cuenta que solo era miedo, indiferencia…?

 Poco a poco empezó a gustarme mi nueva vida. La parejita con la que vivía se emocionaba al decirme que eran «papá» y «mamá». No entendía muy bien que era eso, pero a ellos se les iluminaba la mirada cuando decían las mágicas palabras.
Poco a poco empezó a nacer en mí un sentimiento hacía ellos, me gustaba como me trataban, la comida que me daban, las canciones que me cantaban, los besos que me daban…
 Poco a poco también empecé a darme cuenta que si ya una vez yo era feliz y me llevaron lejos; ¿por qué no iba a volver a pasar? El miedo se me agarraba al corazón sobre todo cuando llegaba la hora de dormir y querían dejarme sola. Me gustaba tanto lo que estaba pasando que no quería perderlo. ¿Cómo decirle a papá y mamá que no quería que volvieran a abandonarme?
 Pensé que llorar sería la manera y cuando me cogían me agarraba con mis dos manitas a ellos, tan fuerte que aunque quisieran no podrían soltarme… Creo que me entendieron.
 Ahora «MI MAMÁ» me regaña por muchas cosas incluso a veces por no querer acostarme sola; pero yo se que me entiende, saben que los necesito y me acompañan.
 Por cierto, ahora hay otra palabra mágica que me encanta: HIJA.

 

Texto y fotografía:Mercedes Romero Jiménez

* Si te ha gustado, deja un comentario en positivo en el apartado ”Comentarios” . El recuento de número de estos comentarios será la forma de otorgar los premios.

* Bases del concurso y relatos ya publicados

6 Respuestas to “El comienzo de mi nueva vida.”


  1. 1 paula marzo 22, 2011 a las 9:45 pm

    Merce,que decirte,precioso!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Sabes que tienes una hija que es un bellezón,y bueno,deberías escribir más,ha sido fantástico leerte.
    Bikiños mil desde vigo
    Paula y meseret

  2. 2 BETTYGS marzo 22, 2011 a las 9:48 pm

    Que preciosidad de niña y de historia. Enhorabuena.

  3. 3 monica marzo 23, 2011 a las 7:27 am

    ha sido un bello relato, es verdad siempre hablamos de los sentimientos y sensaciones de los padres, pero casi nunca de los niños, que son los que acusan mucho mas el cambio, como bien dices, olores, sabores, etc…. y por cierto tu hijita es un amor, es bellisima…. muchas felicidades a ambas…

  4. 4 Olga marzo 23, 2011 a las 9:01 am

    me ha sido dificil elegir en que cuento dejaba un comentario, que será también un voto en el concurso. Finalmente, aunque me gustaban mucho otros, he optado por éste. Me ha encantado!!

    Enhorabuena a todos los que habéis intervenido!!

    Saludines. olga.

  5. 5 nuria marzo 25, 2011 a las 4:21 pm

    Me ha encantado. Enhorabuena

  6. 6 Cristina marzo 28, 2011 a las 5:00 pm

    Me encanta tu relato sobre todo porque te metes en el papel de tu hija y empatizas a la perfección, nos transmites mucha comprensión, sensibilidad y paciencia… muchísimas gracias…


Deja un comentario




Nueva web y blog Abay

Nueva web y blog Abay

Nueva web y blog Abay

Nueva web y blog Abay

Nueva web y blog Abay

]

Nueva web Abay

Boletín trimestral Abay

Os mantenemos informados

Aportación Abay a MSF

Crisis en Somalia

Conocen más Etiopía

Carta de Yared

Etiopía sin fin …

...en Hondarribia

Ye Etiopia hetsan

Concurso de relato corto

Desde Walmara…

Carta de los maestros

Boletín Abay

En tiempos de crisis, nuevos apoyos

Libro editado por Abay

Benyam

Ganamos el premio Natura

Pozo para Walmara

Etíope

Rostros de Etiopía

Tienda Abay

Nuevos cuentos Yared

Une tu «cole» a Etiopía

Hermanamiento de colegios

Abay en facebook

Hazte fan y síguenos!

Boletín trimestral Abay

Meskeren, Tikimt y Jidar

Abay colabora con Fitche

Trabajo SWAA-E en Fitche

Acciones Abay. Mayo 2010

Colaboración con ONG Mediterránea

Cuento en amárico/castellano

Amiga de la Luna

Visita nuestra página Web

Visita nuestra web

Escuela de Bacho Walmara

Pizarras, libros de texto..

Cuento Abay

No importa el color de la piel, importa el alma

Dibujos premiados

Dibujos premiados